lunes, 25 de mayo de 2009

POSTDAMER PLATZ

EPISODIOS 5 / EPISODES 5

Complementando el texto de Mario Vargas Llosa anteriormente publicado, os dejo el siguiente, aparecido en abril de 1998, también en el diario el País, de España:

“… junto al arquitecto Renzo Piano, recorro el que fue (y será pronto de nuevo) el centro cultural, histórico, político y económico de la futura capital alemana: Postdamer Platz. Aquí estuvieron los cafés, las galerías, los teatros, los hoteles, los ostentosos burgueses, los mendigos, los inválidos de guerra, …con que este barrio ha quedado fijado para siempre, en la memoria del mundo, e identificado con el Berlín del expresionismo y de Brecht, del teatro político de Max Reinhardt y la música de Kurt Weil, el de la revolución arquitectónica y las violentas confrontaciones ideológicas entre fascismo y marxismo que acabaron con el experimento democrático de la República de Weimar.
Postdamer Platz fue, luego, el corazón y el cerebro del Tercer Reich. Desde aquí desvarió Hitler sobre un mundo purgado de judíos y colonizado por la raza superior, y desde aquí dirigió, primero en su despacho de la Cancillería, y, luego, en su búnker subterráneo, sobre el que acaso estoy parado, la monumental carnicería que desató y que acabó con él. Los bombardeos aliados pulverizaron Postdamer Platz, que quedó convertido en 1945 en una vasta explanada de escombros. A la hecatombe siguió la ignominia: por aquí corrió el muro que dividió a las dos Alemanias y por aquí fue donde primero lo resquebrajó, en 1989, la irresistible presión popular de los alemanes orientales hartos de la dictadura estalinista. Ahora, Postdamer Platz es una delirante fantasía que, como el brujo del cuento de Borges «Las ruinas circulares», Renzo Piano elucubró y está contrabandeando en la realidad.
No sólo él, desde luego; en la zona hay también edificios de Rafael Moneo, Arata Isozaki, Hans Kohloff, Lauber und Wöhr y Richard Rodgers. Pero el plan maestro del conjunto y ocho de las grandes construcciones han estado a cargo de este genovés universal de quien Peter Schneider me había advertido: «Tan interesante como lo que hace, es lo que dice». Uno de los rasgos centrales de la remodelación del nuevo centro de Berlín es la participación en la empresa de urbanistas, arquitectos, ingenieros y técnicos de todo el mundo. También la mano de obra procede de los países más diversos; hasta veinticinco nacionalidades diferentes se han registrado entre los cuatro millares de trabajadores empleados en la obra, que se inició en 1994 y quedará terminada en octubre de este año. Los cimientos de los edificios están tendidos bajo quince metros de agua; la laguna no fue secada para tranquilizar a los Verdes; pero ello exigió traer 120 buzos de Rusia y de Holanda, expertos en trabajar embutidos en escafandras, bajo la nieve. Saber que el centro futuro de Berlín, este enclave que fue el eje del régimen más histéricamente nacionalista de la historia, será un producto del cosmopolitismo, me parece un excelente augurio para el porvenir político de Alemania, y me produce la misma alegría salvaje que, pongo mis manos al fuego, hubiera causado también a George Grosz.
Es verdad que resulta fascinante escuchar a Renzo Piano. Sus ideas son claras y luminosas, sin pizca de pretensión, y funcionales, como los diseños de sus edificios, abiertos sobre el paisaje circundante y ávidos de luz natural, y el cuidado maniático con que, por ejemplo, elige los materiales de sus obras para que satisfagan, a la vez, una exigencia estética y contribuyan a hacer más llevadera la existencia de aquellos a quienes van a dar albergue. El edificio de la Daimler-Benz, con una torre de 18 pisos, ya acabado, es ligero y grácil, con sus muros de terracota color ocre pálido que alegran la grisura del abril berlinés, y la deslumbrante cristalería del techo, que, observada desde el vasto patio, parece un encaje. A la comodidad que uno siente en este lugar, contribuye, sin duda, la picardía con que ha sido elegida la monumental escultura de Tinguely que recibe a los visitantes: ¿qué hace esa burlona «máquina inútil» ocupando el lugar de honor en la que será casa matriz de uno de los conglomerados industriales más poderosos de Europa? Está allí para recordar que no sólo de pan vive el hombre, claro está. Pero, al edificio de la Daimler-Benz hay que verlo sobre todo desde afuera y de espaldas: la escalerilla de escape desciende por una urna de vidrio transparente y parece un instrumento musical, un puente delicado entre la materia y el vacío, una evanescente frontera donde la tierra se disuelve en el aire, donde la realidad se vuelve fantasía.
«Una arquitectura a escala humana muchas veces quiere decir una arquitectura inhumana», dice Renzo Piano. Él defendió a capa y espada que Postdamer Platz no fuera sólo peatonal, que por sus calles hubiera circulación de coches, porque no se trataba de convertir el centro de Berlín en un museo, sino en el corazón vivo de una ciudad moderna, y la modernidad significa, además de otras cosas, automóviles. Los edificios del conjunto no son muy altos, y en todo el complejo coexistirán lo sagrado y lo profano, lo privado y lo público, los negocios y las diversiones. Habrá un hotel de lujo, oficinas, edificios de viviendas, un casino, tiendas, un complejo de veinticuatro cinemas, y el IMAX, un gigantesco monumento al arte cinematográfico -adonde se trasladará, a partir del próximo año, la Berlinale, el Festival de Cine de Berlín-, una construcción concebida como una inmensa esfera sobre la que un sistema de reflectores va reproduciendo los movimientos de la luna. «La luna caída y estrellada sobre Berlín», dice Renzo Piano, señalando el local. «Ésa fue la intuición que me sedujo, al empezar a barajar ideas sobre cómo rendir un homenaje al cine en este lugar, donde, en los años veinte, alcanzó uno de sus momentos más altos».
El epicentro de Postdamer Platz es una plaza que llevará el nombre de Marlene Dietrich. Ahora, la inmensa mayoría de los berlineses aplaude que este lugar recuerde a la más ilustre de las artistas nacidas en esta ciudad, pero, al principio, hubo bufidos reticentes: la diva, recordemos, durante la Segunda Guerra mundial se nacionalizó norteamericana y cantó y bailó en el frente para los soldados aliados. Aplaudo esta iniciativa de Renzo Piano tanto como su decisión, políticamente correcta, de destinar, en uno de los rincones de la Plaza Marlene Dietrich, un local para el McDonald's.
¿Y el pasado, el riquísimo pasado histórico de este lugar, no estará representado en modo alguno en el Postdamer Platz del siglo veintiuno? Renzo Piano me señala la doble hilera de tilos de la Alte Postdamer Strasse. Están como abrigados en una poderosa cota de malla que sólo deja sus ramas al aire. Son los únicos sobrevivientes del pasado esplendor, y, también, de los desvaríos políticos y los desastres de la guerra. Para no dañarlos, para que puedan continuar floreciendo y alegrando a los vecinos de este barrio con sus esbeltas siluetas, se han tomado las más infinitas precauciones en estos cuatro años de trabajos. Y ahí están, intactos, reverdeciendo luego del invierno, en esta incierta primavera. Aunque parecen lozanos son, pues, unos tilos viejísimos. No es imposible que George Grosz garabateara sus feroces caricaturas -lo hacía con frecuencia en las terrazas de los cafés de este lugar- a su sombra, y que los tomara como modelos de esos arbolitos tétricos de sus grabados, donde se balancean sus suicidas.
Después del agotador pero espléndido paseo, vamos a tomar una cerveza al nuevo Café Einstein, en Unter den Linden. Un periodista norteamericano, que forma parte del grupo, eleva de pronto su copa y hace la gran revelación: «¡Renzo acaba de ganar el Premio mundial más importante que existe para la Arquitectura! Se anunciará el próximo lunes. El Premio (Pritzker Price) se lo entregará el Presidente Clinton, en el Oval Office». Los amigos italianos que nos acompañan hacen un gran alboroto y uno de ellos suelta el chiste inevitable, señalando a Madame Piano: «¿Te lo entregará Clinton en persona? Atención, Renzo, no te descuides ni un segundo». Porque resulta que la esposa del arquitecto, Milli, es una italiana bellísima."

Mario Vargas Llosa. Ediciones EL PAÍS, SL, 1998.
Nota. Las negrillas y cursivas son de mi autoría.

miércoles, 13 de mayo de 2009

CASA SANTILLANA

MATERIALES DE PROYECTO 4/PROJECT MATERIALS 4

Enrique Ciriani, arquitecto
Playa La Escondida. Perú.
1999



Conocido por su afinidad a (y por qué no, continuidad de) las ideas Le Corbusier, nos presenta esta casa en la costa central peruana, en la que claramente se percibe la sencillez y a la vez la maestría con que la concibió.
Los pilotis liberados, la cinta continua, los colores primarios, las envolventes transparentes y el zócalo como apoyo y marco terrestre del objeto arquitectónico, son algunos de los principios utilizados en este proyecto.

En palabras de propio Ciriani:

“Tratamos de concentrar nuestros esfuerzos en dos direcciones: ambas tienen que ver con el espacio. Una con la apertura de los espacios cerrados y la otra con el cerramiento de los espacios abiertos. Estas condiciones opuestas se reúnen a partir de la equivalencia de los planos verticales y horizontales que aparecen como ligados entre sí. Lo que llamamos 'el movimiento continuo de la materia'.

Morfológicamente, esta casa es un cubo cuyo zócalo, base horizontal, circunda un patio centrípeto que emerge verticalmente para fundirse con un volumen superior centrífugo cuya transparencia está contenida por una cinta continua de concreto.

Este espacio central ascendente juega el papel de anclaje visual. Para lo cual hemos cubierto el volumen de la escalera de cerámica y bloques de vidrio produciendo una referencia visual que es, al mismo tiempo, la imagen de la perfección del producto industrial, así como de la obra pictórica, en referencia a la constante de habitar en torno a una imagen poética y ejemplar de fresco, sombra, brisa y playa. La presencia de la palmera nos mantiene en el diálogo necesario entre lo artificial y la naturaleza.”















Fuentes:
cap.org.pe
umemagazine.com
casa.abril.com.br
Arkinka 49. Diciembre 1999.

jueves, 7 de mayo de 2009

LA ARQUITECTURA COMO ESPECTACULO

EPISODIOS 4 / EPISODES 4

El siguiente es un texto aparecido esta semana en el diario el País, de España, escrito por nuestro compatriota y 'permanante candidato' al Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, muy pertinente para los que buscan discurso arquitectónico consistente:

“Asistimos a un proceso en el que la obra arquitectónica pasa a ser un autorretrato, un arte exhibicionista y narciso. Se está produciendo una sustitución del fondo por la forma”

“… quien diseñó el Petit Palais (Charles Girault)... inauguraba una tendencia de la sensibilidad y los valores estéticos que a lo ancho y lo largo de Europa occidental empujaba ya a los artistas a ser protagonistas de sus propias obras, desnaturalizando de este modo aquella antiquísima vocación del arte y la cultura que quería que el creador desapareciese detrás de su obra para que ésta resplandeciera mejor y con brillo propio. Era sólo el comienzo de una evolución de la que, al cabo de unas décadas, resultaría esa más que curiosa innovación: la de que cada obra arquitectónica, por ejemplo, pasara en muchos casos a ser poco menos que un autorretrato, una arquitectura de autor, un arte exhibicionista y narciso en el que los museos, al igual que los ministerios, los puentes y hasta las plazas, tendrían la función principalísima de llamar la atención no sobre lo que hospedan sus salones o aquello para lo que se supone fueron construidos, sino sobre sí mismos y sobre la inventiva y audacia de sus creadores.
(…)
Sin exageración alguna, del Museo del Quai Branly (de Jean Nouvel) puede decirse que si extrajeran de él las 3.500 piezas etnológicas y artísticas, el local no perdería nada, porque para lo que él muestra y representa, su contenido es indiferente y acaso esté de más.
(…)
… sus laberínticas salas casi a oscuras en las que echan como llamaradas de luz los nichos, hornacinas o alvéolos de las esquinas donde se exhiben los objetos que éstos se esfuman, desaparecen, convertidos en detalles prescindibles, arrollados por el espectacular entorno que, con sus audacias, sorpresas, guiños, disfuerzos, coqueterías y desplantes, absorbe de tal modo al espectador que no le da tiempo ni libertad para disfrutar de otra cosa que de la representación que es el museo en sí mismo.
Los buenos museos son, como los buenos mayordomos, invisibles. Existen sólo para dar relieve, presencia y atractivo a lo que exhiben, no para exhibirse a sí mismos y apabullar con su histrionismo a los cuadros, esculturas, instalaciones u objetos que albergan. ¿Pruebas? Todavía quedan algunas, reminiscencias de un pasado en vías de extinción. Por ejemplo, los dos museos de arte moderno de Renzo Piano que conozco: el que diseñó para la colección Du Menil, en Houston, y el museo de arte moderno de la Fundación Beyeler, en Suiza. En ambos, los limpios espacios, la atmósfera serena y sigilosa que fomenta la sencillez del diseño y la discreción de los materiales permiten al visitante concentrarse en las obras y entablar con ellas ese silencioso diálogo en que el buen arte habla y enseña y el espectador escucha, goza y aprende. Renzo Piano debe ser uno de los últimos grandes arquitectos que todavía creen que los museos están al servicio de los cuadros y esculturas y no éstos al servicio del museo y su progenitor.”

Mario Vargas Llosa. Ediciones EL PAÍS, SL, 2009.

Nota. La cursiva es de mi autoría.

miércoles, 6 de mayo de 2009

PATRONES Y CONFIGURACIONES EN URBANISMO (Y ARQUITECTURA)

TEORíA URBANO-ARQUITECTONICA 1 /URBAN-ARCHITECTURAL THEORY 1

Le Corbusier comentó alguna vez: ".. debemos tener como meta el llegar a determinar patrones que permitan abordar el problema de la perfección. El Partenón es el producto de la selección aplicada de un patrón ideal. Los patrones (normas-modelos) son un asunto de lógica, análisis y estudio minucioso. Se basan en un problema que ha sido bien formulado y en una solución perfecta". (1)

Así, en urbanismo, se ha logrado desarrollar tres configuraciones básicas: "Estas configuraciones básicas son verdaderos prototipos estructurales, es decir, son configuraciones elementales que se complejizarán a medida que se trate de una estructura urbana más evolucionada.
- Configuración focal (o nodal). Plantea una organización concéntrica o centrípeta.
- Configuración lineal (o secuencial). Indica una organización direccional de tramos.
- Configuración reticular (o en trama o tejido). Plantea una trama bi o multidireccional en superficie." (2)


Las configuraciones anteriores no son más que los patrones que buscaba Le Corbusier y que son finalmente de las que se sirvieron las aldeas y ciudades de todo el mundo para organizar sus edificaciones.

A partir de lo explicado anteriormente ahondaremos, en el blog, en diversos puntos del urbanismo, sobre todo el realizado, así como en arquitectura, con propuestas coherentes. Esta pues, se convierte así, en la primera entrada de Teoría Urbano-arquitectónica, nunca desligando ambas disciplinas, que por génesis están fuertemente ligadas.

(1) Le Corbusier. Hacia una arquitectura. Ediciones Apóstrofe. Barcelona. 1977. (1923).
(2) Gustavo Munizaga Vigil. Macroarquitectura: Tipologías y Estrategias de Desarrollo Urbano. Alfaomega Grupo Editor, S. A. de C. V. México D.F. 2000

Nota. Las cursivas son de mi autoría.

lunes, 4 de mayo de 2009

IDENTIDAD EN ARQUITECTURA (PERU)

IDEAS PROYECTUALES 7/PROJECT IDEAS 7


"...Walter Gropius en una conferencia dirigida a arquitectos peruanos, ...:
'Busquen la auténtica expresión regional, pero sin apoyarse en viejos emblemas y detalles superficiales'.
Sin llegar a utilizar una decoración o detalles superficiales como manifestó Walter Gropius, el arquitecto Teodoro Cron logró plasmar en sus proyectos una serie de composiciones que evocan el pasado arquitectónico peruano. El manejo de la luz en el uso de celosías de madera en las ventanas y la composición de la fachada del Edificio de Departamentos en la calle Roma... será una puesta en escena interesante de los que podría ser una arquitectura moderna con carácter nacional, causando una gran expectativa en la sociedad limeña hacia la década de 1950. En la casa del señor Jean Schaer en San Isidro, construida en 1958, el arquitecto Cron reflejará la tradición local en el uso del patio como elemento de distribución espacial."

Fernando Freire. MAG Manuel Angel Ganoza. Impresiones Peruanas. Trujillo. 2005

Nota. Imagen tomada de www.arqandina.com

viernes, 1 de mayo de 2009

EL PROBLEMA DE LA VIVIENDA ECONOMICA

EPISODIOS 3 / EPISODES 3

En unos países ya ha pasado, en otros está aconteciendo, y en algunos esta por suceder: el 'boom' de la construcción de viviendas económicas. La siguiente es una interesante cita del gran arquitecto-urbanista alemán al respecto, nótese la gran exactitud con que se repite un problema descrito hace más de 80 años (1927), ya sea por migración poblacional, incentivos del gobierno o dinámica empresarial:


"Esta necesidad de viviendas, surgida tan repentinamente, cogió por sorpresa tanto a los arquitectos como a las autoridades competentes responsables de la materia… El Estado y los municipios… No supieron reconocer el significado social del problema de la vivienda;… La construcción de viviendas se convirtió, así, en motivo de especulación que proporcionaba elevados intereses a los capitalistas, a expensas de la salud del pueblo… Un bajo materialismo determinaba el plan de construcción, proyectado y realizado de manera mecánica. A nadie se le ocurrió que esto no hacía más que extender los brotes de enfermedad y descontento.

‘Si estos urbanistas y especuladores hubieran adoptado, por una sola vez, un punto de vista algo más elevado; si, tan sólo por una vez, hubieran considerado a la masa de gente que tenía que adaptarse a las formas de vida de las grandes ciudades, no como un montón de carne, sino como portadores e alma y espíritu; si hubiesen aprendido a ver, por una sola vez, a la colonia que estaban creando como una célula dentro del mismo Estado, como miembro de un gran organismo… entonces hubieran comprendido lo estrecho, lo limitado, lo arbitrario, lo cerrado de su manera de actuar’ (Martín Machler, Das Siedlungproblem, ‘Sozialistische Monatshefte’, año 27, tomo 56, 1921, I, pág. 185).’

(…)

Porque la condición fundamental es asegurar a cada vivienda, incluso a la más pequeña, lugar, espacio aireado, ventilación y sol.

(…)

El trabajo sistemático de los arquitectos conscientes de su responsabilidad tiene que reemplazar al trabajo desorganizado de especuladores y empresarios, y tiene que tener en cuenta las necesidades esenciales, los requisitos constructivos técnicos e higiénicos, los datos y las exigencias. Sin embargo, no debe olvidarse que la construcción de viviendas es una cuestión productiva. Depende de factores económicos de los que no se puede prescindir, so pena de dañar la cultura.”


Ludwig Hilberseimer. La arquitectura de la gran ciudad. Editorial Gustavo Gili, S.A. Barcelona. 1979.

Nota: imagen tomada de  www.vitruvius.com.br